Reconoció que el incremento decretado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos este año fue simbólico, “con eso no se resuelve la pérdida del poder adquisitivo”, sin embargo más por voluntad de las partes, patrones y trabajadores, en el caso de esa organización, las prestaciones e incrementos se vienen situando muy por encima del 4.2 por ciento, “y ello habla del gran compromiso de los factores de la producción”.
Reconoció que el radicalismo sólo dejó malas experiencias en el pasado, por este tipo de actitudes algunas empresas que llegaron a ser símbolo de la economía en Morelos, como Industria Automotriz de Cuernavaca (IACSA), cerraron su planta y dejaron en el abandono a miles de empleados.
“Frente a un adverso futuro en materia de economía, inversión y desarrollo, las organizaciones sindicales han evolucionado, buscan arreglos de acuerdo a la estabilidad económica de la planta laboral respectiva y esa política le ha dado muchos resultados al NGS”, sostuvo Hernández Juárez.
Dijo que de unos 150 emplazamientos, más del 50 por ciento se han resuelto por la vía de la negociación y no se prevé por ahora ningún estallamiento de huelga, “porque en una situación así las dos partes salen perdiendo y no hay recuperación”.
Aceptó que la situación económica de la clase trabajadora es complicada, “los ingresos de un jefe de familia no son suficientes para atender las prioridades del hogar y se ven obligados a desarrollar actividades adicionales, no obstante contar con un empleo seguro, genera cierta seguridad y es ya una ganancia”.