“El informe desde el primer año lo he mandado en tiempo, me informaron de rectoría que si no tuviera inconveniente, se rindiera en la última sesión de Consejo Universitario del año, es decir, en el mes de diciembre y así se hicieron los dos informes anteriores, desde entonces se hace de esa manera, porque se tratan asuntos más generales y yo entrego el informe en su momento en la fecha que debe de ser, y se presenta en el mes de diciembre ante los consejeros”.
Respecto de los temas que contiene su tercer informe de actividades, Jorge Arturo García Rubí destacó que en el último año se han disminuido las quejas, pero se ha aumentado el número de asesorías y esto, dijo “nos ha motivado a reformar nuestro reglamento, la legislación nos da competencia de asesorías en el artículo 14, pero queremos darle un buen fundamento y especificar cómo vamos a realizar las asesorías”.
Subrayó que generalmente quienes recurren a la Procuraduría de los Derechos Académicos no quieren quejarse para que se ejecute una sanción, lo que buscan es una solución a sus problemas, “no es para atacar, sino para motivar a la autoridad a resolver sus problemas hasta donde sea posible de manera favorable”.
En tal contexto, García Rubí comentó que “en las universidades de España no sólo se considera el arbitraje, sino además el tema de mediación, y es hacia donde van caminando las defensorías, porque somos más mediadores y propiciamos más conciliación pero con formalidades, porque aquí se busca que las partes dialoguen con un tercero que sería la Procuraduría y la participación es ver quién tiene la razón”.