Indicó que la procuraduría ha hecho cambio constantes de fiscales, lo cual provocó que las carpetas de investigación no se integraran adecuadamente y las investigaciones no avancen, causando perjuicio a los ciudadanos que acuden a la institución en espera de justicia.
Expresó que el Centro de Mediación de la fiscalía estatal no ha funcionado adecuadamente, ni tampoco ha dado los resultados esperados y prueba de ello son no sólo el número de carpetas de investigación iniciadas ante la fiscalía sino el rezago acumulado.
“Hay descontento grave de falta de profesionalización para el nuevo sistema, donde se ha visto que la mediación no ha sido tampoco la forma de desahogar las carpetas y que sí se ha incrementado el trabajo y que no está funcionando adecuadamente”, expresó.
Sostuvo que la situación que atraviesa la procuraduría – ante la inercia del procurador Mario Rojas y la incertidumbre en el nombramiento del nuevo fiscal- pone en una situación crítica la operación de la procuraduría estatal y en consecuencia al sistema de justicia penal.
Incluso, destacó, que actualmente la procuraduría ocupa el primer lugar en el número de quejas por dilación y rezago en la procuración de justicia.