La secretaria general del comité seccional, María Eugenia Ocampo Bedolla, se reunió con líderes del Partido Nueva Alianza, ahí abordaron el tema de la seguridad y se sumó al llamado a que el Ejecutivo deba fortalecer la prevención y combate a la delincuencia, en lo general, para la ciudadanía y de manera especial en las comunidades educativas.
Consideró fundamental que se establezcan los llamados protocolos de seguridad en todos los planteles educativos, para que los maestros y directivos realmente sepan qué hacer en casos de emergencia, relacionados con la delincuencia.
Cuestionada sobre el plazo que el propio gobierno ofreció para dar resultados, la representante del SNTE dijo que no se trata de dar un plano perentorio, dijo que se le ha dado el apoyo al gobierno para que realice las acciones necesarias para hacer frente a la ola delictiva; "nosotros no establecemos plazos, ni abonamos a generar una psicosis, lo que pedimos es que las estrategias se fortalezcan y que se den resultados en favor de la ciudadanía y en particular de nuestros compañeros maestros".
Enfatizó que el problema de la inseguridad es de todos los actores sociales y como dirigente del sindicato, ha manifestado este llamado por los recientes ataques a la integridad física de profesores y hacia las comunidades escolares con el hurto de equipos y materiales, que se han hecho más frecuentes; "si bien no es posible poner un policía en cada escuela, es urgente que las tareas de prevención y combate de los delitos sea más eficaces".
Pero la líder de los maestros también recordó que es hacia el interior de las escuelas, con la colaboración de docentes, padres de familia, estudiantes y sociedad, como también deben incrementarse las tareas de prevención y para generar una cultura de la autoprotección.
En ese sentido, precisó que las acciones para la aplicación de protocolos de seguridad, deben ser revisadas y aplicadas con mayo puntualidad; esto para que las comunidades escolares tengan mejores elementos para saber qué hacer en caso de enfrentar situación que ponga en riesgo la seguridad de los individuos, tanto dentro como fuera de los planteles.
Negó que el SNTE tenga una postura de "complacencia o la indiferencia frente al fenómeno de la violencia, no debemos acostumbrarnos ni ser omisos, por el contrario, esta situación debe motivar a la sociedad a sumarse en un solo frente para rechazarla y tomar parte activa de las tareas que generen mejores condiciones de seguridad".
Ocampo Bedolla no mencionó cifras de delitos cometidos en agravio de trabajadores de la educación, pues consideró que es imposible llevar un registro puntual del número de casos de secuestro, extorsión u otros delitos cometidos en contra de los maestros, pues muchos de estos no se denuncian por el temor de los afectados, pero subrayó que "aquellos casos que han trascendido, describen la gravedad de un fenómeno que en general afecta a toda la población".