Desde hace aproximadamente un mes, operadores de la Ruta 11 presentaron, ante el gobierno del estado, un escrito en el que aseguran ser los trabajadores olvidados, pues están detrás del volante hasta 18 horas diarias y lo único que tienen seguro es su llamada "cuenta".
Incluso, ante su organización presentaron como primera intención una solicitud para que, como cualquier otro trabajador, cuenten con un contrato laboral y se les garanticen prestaciones de ley. Sin embargo, sólo obtuvieron un rechazo de parte de los concesionarios y, al cabo de un tiempo, cerca de diez choferes fueron despedidos.
El pasado lunes, estos operadores, a los que se les han sumado choferes de otras líneas, acudieron nuevamente a Palacio de Gobierno para insistir en la necesidad de tener un trabajo seguro. Incluso se dijeron dispuestos a someterse a exámenes antidoping y capacitación a cambio de contar con prestaciones laborales.
Domingo Rodolfo García Alarcón, operador de transporte público y uno de los que iniciaron este movimiento, relató que a raíz de estas acciones han sido agredidos por concesionarios, mientras que el gobierno del estado no les ha dado respuesta.
Por lo anterior, llamó a choferes de otras “rutas” a sumarse a estas acciones y exigir que se hagan valer sus derechos como trabajadores del volante.
Minimizan acciones de choferes
En tanto, concesionarios del transporte público colectivo minimizaron las acciones de los choferes y afirmaron que no se les dará ningún tipo de prestación, pues el acuerdo previo a que se les contrate es recibir un ingreso diario que no es fijo y es de acuerdo con el número de pasajeros que suben a las unidades.
Dagoberto Rivera Jaimes, presidente de la Federación Auténtica del Transporte (a la cual pertenece Ruta 11), afirmó que se trata de “un grupo pequeño” de trabajadores del volante que pretenden estos derechos, "pero ya se habló con ellos y se les ha dicho que no se puede".
Agregó que los concesionarios dan esa “ventaja” a los choferes (pagar una cuenta) y este ingreso al día es muy superior a un salario mínimo, pues va de 200 hasta mil pesos diarios.