En la plancha del zócalo de Cuernavaca, cerca de 40 personas –al menos la mitad niños y adolescentes– se apostaron con pancartas con alusiones religiosas y exigencias de justicia para el clérigo imputado.
Los simpatizantes aseguraron que el pastor tiene 35 años en el servicio religioso, tiempo durante el que nunca estuvo involucrado en ningún tipo de conflicto y en reiteradas ocasiones proporcionó apoyo moral a la presunta víctima.
Según los seguidores de este religioso, la víctima (una adolescente de edad 14 años) padece algún trastorno mental o de personalidad, proviene de una familia disfuncional y usa “ropa provocativa”.
“Él (el imputado) es un gran hombre, o sea, mis respetos para él. Él siempre ha sido respetuoso con nosotros, siempre nos ha sacado de problemas”, dijo la adolescente Frida Ximena.
Los simpatizantes del pastor descalificaron reiteradamente a la presunta víctima por su origen y forma de vestir, e insistieron en que la acusación de la agresión sexual es falsa.
“Exigimos a la persona, o a las personas que están difamando su nombre, pedimos que realmente hablen la verdad”, sostuvo Simone de Palmas Martínez, una de las líderes de la congregación denominada “Liberando para Vivir” y que asegura tener cerca de 90 integrantes.
Andrea Chávez Aguilar, otra integrante de la congregación religiosa, recalcó que la presunta víctima proviene de una familia conflictiva. “Es una persona muy atrevida” en su vestimenta y comportamiento, cuyos factores “son atenuantes” a favor del pastor
Aseguró que hay contradicciones en las declaraciones ministeriales de la menor denunciante, porque en la hora, el día y el lugar de la presunta agresión sexual hubo clases de música, además de que en el inmueble vive una familia.
“Yo creo que todo esto es como la explosión de que ya no aguantó más sus emociones, sus sentimientos, y yo creo que aparte de que les están ofreciendo dinero por la noticia, por el escándalo. Este, yo creo que son los dos motivos: su desbalance psicológico y la falta de dinero. Están en una pésima situación económica”, señaló.
Afirmó que varios integrantes de la organización religiosa están dispuestos a apersonarse en el proceso penal, como testigos de descargo, para lograr la liberación y absolución del pastor, pues insistió en que no hay pruebas que lo involucren en las supuestas agresiones a la menor denunciante, ni a ningún otro miembro de la congregación.