Expresó que la ingesta de bebidas embriagantes y orinar en vía pública son las faltas más frecuentes, pero desafortunadamente estas conductas propician no sólo falta de respeto a los transeúntes, sino la comisión de ilícitos.
Dijo que disuadir la ingesta de alcohol en las calles ha sido tarea difícil, sobre todo en las zonas donde predominan el uso de costumbres, ya que la gente, a sabiendas de que esta conducta es una falta administrativa sancionable, pide a la autoridad que sea laxa.
“Ahí tenemos muchos problemas porque lugares así como de usos y costumbres quieren que les digamos tres veces que no pueden tomar en vía pública. Yo he hablado con esas personas, yo hablé con los ayudantes y les decía que era una falta de responsabilidad y sentido común que le digas a tu hijo que no tomes y tú le estás ofreciendo”, dijo.
Javier Viruete expresó que generalmente son varones los que toman en vía pública y quienes piden auxilio de la autoridad frecuentemente suelen ser sus esposas, parejas o sus propias familias, ya que ven que los sujetos han sobrepasado los límites, se ponen violentos y faltan el respeto a las personas.
Sostuvo que en algunos poblados la gente se ha sensibilizado, está consciente de que este tipo de conductas no deben ocurrir, mucho menos en la vía pública, y han facilitado a la autoridad la detención de las personas en estado de ebriedad que cometen una falta administrativa.
Señaló que el Mando Único será más estricto en los recorridos de vigilancia y quienes sean sorprendidos serán detenidos y remitidos al juez calificador correspondiente porque no se puede permitir que se falte a la ley y se genere impunidad.