Detalló que por los menos diez trabajadores, entre administrativos y miembros de la Policía de Investigación Criminal, están bajo sospecha por el “extravío” de las armas decomisadas y que estaban almacenadas en el denominado “cuarto de evidencias” de las Fiscalía estatal.
Indicó que continúa la auditoría al “cuarto de evidencias”, con el fin de inventariar los objetos asegurados en los sitios donde ocurrieron los delitos, y será hasta que concluya este ejercicio cuando se determine si, además de las armas, hay más objetos que dolosamente o por descuido fueron sustraídos o extraviados.
“Desgraciadamente también la gente que estaba al cuidado o al resguardo de esto no hizo lo que debía de hacer, entonces estamos investigando si pudo ser parte de un ilícito”, dijo y explicó que se indaga si hubo descuidos por parte de los responsables del resguardo, si hubo actos de corrupción o si configura algún tipo de delito
Recalcó que todavía está en curso el recuento de los objetos-evidencias y en los próximos días se espera tener completo el inventario que permita contrastar lo decomisado con base en las carpetas de investigación, para determinar si hay faltantes o si hubo un proceso legal de devolución.