La detención del funcionario penitenciario se realizó tras una orden girada por el Juzgado Primero Penal del Reclusorio Norte del Distrito Federal, por su probable responsabilidad en la fuga de un delincuente en el Reclusorio Preventivo Norte de la Ciudad de México, aunque se sospecha que también puede estar implicado en el escape de seis reos de alta peligrosidad del Centro de Reinserción de Atlacholoaya, ocurrido el pasado 22 de junio.
Desde hace meses, Alcántara Martínez, quien fungió como director jurídico del Reclusorio Norte, era investigado por las autoridades del DF debido a que por un supuesto "error administrativo" dejó libre a Rogelio Soria Milacat o Roberto Carlos Vargas, quien estaba acusado de tres secuestros exprés y robo.
El caso fue polémico, ya que el 29 de agosto de 2008 el juez 10 penal del DF decretó auto de formal prisión al acusado. El 12 de septiembre, cuando el procesado tenía que presentarse en la rejilla de prácticas, las autoridades se dieron cuenta de que Alcántara Martínez había firmado presuntamente por error la boleta de libertad de Rogelio Soria Milacat o Roberto Carlos Vargas, porque no se había percatado de que tenía auto de formal prisión.
A pesar de que pesaba una investigación desde hace dos años en contra del ahora ex funcionario, fue contratado para desempeñarse en Morelos como director de Reinserción Social en Morelos, hecho que fue criticado y resaltado en medios nacionales, pero el gobierno estatal hizo caso omiso.
No obstante, el comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública estatal precisó “que no habrá cabida a personas que vulneren la estructura, ni que cometan actos contrarios al espíritu de servicio y de atención social que la ciudadanía requiere”, y adelantó que se dará continuidad a la depuración de funcionarios.
En tanto la Policía Federal y el Ejército Mexicano tomaron control del penal de Atlacholoaya desde las 8 de la mañana del miércoles, y colocaron retenes en los principales accesos a este penal.
Todos los vehículos que ingresaban a este reclusorio eran revisados minuciosamente y se solicitaba documentación de cada una de las personas que viajan a bordo de las unidades.
Al interior del penal policías federales revisaron las áreas donde los custodios tienen sus objetos personales y también cada uno de los puntos de vigilancia y garitas. De acuerdo con información recabada, a los custodios les fueron decomisados varios objetos como celulares y objetos que están prohibidos dentro del penal.