El diputado es uno de los cuatro aspirantes del PRI a ocupar la Presidencia de la Mesa Directiva a partir del próximo primero de septiembre, pero reconoció que las negociaciones quedaron “empantanadas”, y que “no hay nada para nadie”.
Y es que desde la semana pasada, diputados del PRD, PT, Convergencia, Nueva Alianza, Verde Ecologista y panistas acordaron respetar al PRI su derecho de ocupar la Presidencia de la Mesa Directiva en el segundo año de labores en el Congreso local, pero los del partido tricolor no pudieron consensuar.
La única condición que puso este bloque a los priistas, es que la decisión que tomen sea por unanimidad.
Los aspirantes a ocupar la posición, que es una de las más importantes en el Poder Legislativo, son Fernando Martínez Cué, David Salazar Guerrero, Javier Mújica Díaz y Andrés González García.
El legislador del tricolor reconoció que los 15 miembros del PRI sostuvieron varias reuniones, pero ninguno de los aspirantes ofreció su apoyo a otro para buscar la unidad.
Ahora los priistas tienen hasta el próximo 17 de agosto para ponerse de acuerdo, pues ese día la diputación permanente citará a un periodo extraordinario, en el que el único tema a tratar será la designación del presidente de la Mesa Directiva.
En ese sentido, Martínez Cué reconoció que si las cosas siguen igual al interior de la bancada tricolor, el priismo en el Congreso local perderá posiciones importantes. Porque entonces al no reunirse los 20 votos que se necesitan en el pleno para la designación, seguirá al frente de la Mesa el diputado por el Partido Nueva Alianza (Panal), Othón Sánchez Vela.
Martínez Cué dijo que sería una lástima que el PRI no haga sentir su mayoría en el pleno, porque sus diputados no son capaces de construir acuerdos al interior.
Los legisladores del PRI acordaron que ahora cada uno de los candidatos buscará apoyo de las otras fuerzas políticas, y si alguno logra reunir 20 votos, será designado presidente de la Mesa Directiva.