En conferencia de prensa, las autoridades informaron sobre los datos del promedio obtenido de los puntajes que tuvieron en dicha evaluación los alumnos sometidos a la evaluación. La muestra fue de todos los alumnos de sexto grado (casi 47 mil) y la totalidad de los de tercer grado de secundaria, que suman cerca de 40 mil jóvenes.
El Instituto Nacional de Evaluación de la Educación estableció los puntajes por rangos y estableció que los puntajes “mínimos indispensables” se encuentran entre los 497.5 y los 501.5 puntos por materia.
Pero en Morelos, los datos obtenidos en términos generales apenas llegan a ese nivel o de plano se quedan por debajo
Los datos del IEBEM indican que en lo que respecta a los estudiantes de sexto, en el área de lenguaje y comunicación, el promedio en Morelos fue de 492 y 505 puntos y en matemáticas el promedio es de entre 477.5 y 492.5 puntos.
En lo que respecta a los de secundaria, las calificaciones promedio de Morelos se situaron en la franja de entre los 492.5 puntos y los 506 puntos en comunicación y lenguaje. Pero el indicador más bajo fue el de matemáticas, con un rango de entre los 481 y 496 puntos. Es decir, por debajo de la media y debajo de la calificación mínima aceptable.
El director del IEBEM, Fernando Pacheco Godínez, expuso que con estos datos, Morelos se ubica en el lugar 17 de la tabla nacional, lo que implica que hay estados que están peor. No obstante, destacó que no son satisfactorios y la meta es elevar esos puntajes para la próxima evaluación.
Blas Eduardo Ruiz Ramírez, director de Planeación del organismo, informó que ya se trabaja en la estrategia a seguir para dar respuesta a la necesidad de mejora.
Ésta es la primera vez que se aplica la prueba Planea, aunque no es la primera evaluación. En otras, como las que se conoció en su momento como “PISA” y “ENLACE”, los indicadores fueron igualmente no satisfactorios.
Las autoridades del IEBEM indicaron que en esta ocasión se trabajará con cinco ejes fundamentales para elevar dichos indicadores y en general los resultados académicos, entre ellos la capacitación a docentes, la mejora de la infraestructura, la revisión de contenidos y prácticas pedagógicas y, sobre todo, destacaron que en este nuevo modelo de trabajo, los resultados de las pruebas llegan a cada escuela.
Apostaron a que los padres de familia, maestros y directivos que forman parte de los consejos de participación formulen propuestas de mejoramiento para fortalecer ambas áreas, tanto la comprensión de lectura como el razonamiento matemático.