Cuautla, Morelos.- Mientras le llovían críticas por la negligencia y falta de sensibilidad en el arranque de la exhumación de más de una centena de cuerpos en la fosa de Tetelcingo, la Fiscalía General del Estado (FGE) intentó defenderse y refutar los desatinos durante las primeras horas de las diligencias.
Tras solventar los inconvenientes ocurridos la mañana del lunes, cuando organizaciones, víctimas y representantes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), se opusieron al inicio de las diligencias, porque la fiscalía pretendió sacar los cuerpos de la fosa con un trascabo y colocó plásticos para impedir la observación de la extracción de los restos humanos; a través de comunicados, la FGE aseguró que este martes reiniciaron sin contratiempos los trabajos de exhumación de los primeros de 116 cuerpos depositados en esa fosa, en coordinación con la Procuraduría General de la República (PGR), la Policía Federal Científica y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Detalló que según los acuerdos alcanzados entre instituciones, de cada cadáver se obtendrán cuatro muestras genéticas con base en los protocolos aplicables para su control. La fiscalía mantendrá una de las muestras, para su análisis y obtención del perfil genético, y las tres restantes estarán bajo el resguardo de las instituciones federales y los peritos universitarios.
Reiteró que los equipos de peritos trabajarán con la precisión requerida en cada uno de los cuerpos, sin un límite de tiempo. El horario de trabajo para el personal pericial está programado de 6 a 18 horas.
También a través de un comunicado, el coordinador de servicios periciales de la Fiscalía General del Estado (FGE), Samuel Nava Vázquez, rechazó que se haya errado en las labores de excavación, luego de que se criticó que llevó varias horas ubicar el lugar y la profundidad a la que estaban enterrados los cuerpos y poder extraer el primero de ellos.
“La excavación la llevó a cabo un arqueólogo de la Procuraduría General de la República, la cual se tuvo que hacer por etapas, porque al utilizar maquinaria se tiene que hacer con mucho cuidado para no maltratar los cuerpos. El arqueólogo, capa por capa, va vigilando y haciendo sus mediciones para llegar a la capa final donde están los cuerpos”, precisó.
Señaló que, una vez ubicados los cuerpos, entraron en acción los peritos y expertos forenses, quienes son los responsables de extraer los restos para empezar con la toma de muestras biológicas y su procesamiento para la identificación genética, que se estima tomará al menos seis meses.
Agregó que el trabajo implica la limpieza del cuerpo, la identificación y vista pericial, y la comprobación de que el procedimiento legal de inhumación se hizo correctamente (vinculación del cadáver con la respectiva carpeta de investigación).
Al culminar con este proceso se hará el embalaje final y el traslado de cada cuerpo en vehículo del Servicio Médico Forense al panteón Jardines del Recuerdo, donde nuevamente serán re-inhumados en gavetas.
Tanto la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) como la Comisión de Derechos Humanos de Morelos (CDH Morelos) también informaron que mantienen en la zona a un equipo de visitadores, psicólogos y criminalistas, como observadores de las diligencias, con la finalidad de poder brindar asesoría y/o acompañamiento a la ciudadanía que pueda ver vulnerados sus derechos durante este proceso.
Sin embargo, los familiares de las víctimas, varias organizaciones y los representantes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), que participan en la exhumación e identificación de los cuerpos de las fosas clandestinas de Tetelcingo, lamentaron el incumplimiento de los acuerdos pactados con la fiscalía estatal, al haber intentado usar maquinaria pesada para extraer los cuerpos e instalado plásticos para impedir la visibilidad durante la extracción de los restos humanos.
Por ello, dijeron: “Esperamos que en lo sucesivo el gobierno y la Fiscalía del Estado de Morelos no continúen obstruyendo la diligencia y faciliten las condiciones para que ésta se desarrolle con transparencia y oportunidad, en aras de hacerles una justicia pronta y expedita a las víctimas de la violencia y a sus familiares”.
Por su parte, la Comisión Independiente de Derechos Humanos (CIDH) lamentó los traspiés en las primeras horas de la diligencias y que no se hayan tomado como ejemplo casos paradigmáticos, en los que han participado peritos reconocidos mundialmente y donde organismos internacionales han participado directamente o como observadores, y se han aplicado protocolos estrictos para dar certeza a las actuaciones.
Consideró que pese a la delicadeza del caso, las autoridades no tuvieron la sensibilidad, ni claridad para evitar revictimizar a las familias de desaparecidos.
“Es un tema muy sensible, muy delicado, y creo que si la autoridad no toma medidas y no llega a acuerdos claros de cómo van a participar la víctimas, pues yo diría que hay que tener mucho cuidado para no revictimizar”, dijo.
