Cuernavaca, Morelos.- Diputados locales llevaron a cabo ayer su primera sesión del primer periodo ordinario de su segundo año legislativo, con el Congreso del estado resguardado por elementos policiacos, ante la amenaza de protestas sociales.
Dicho operativo de seguridad, instalado sobre las calles Matamoros y No Reelección, así como en el interior de las instalaciones del recinto legislativo, obligó a que los trabajadores y ciudadanos que se encuentran en plantón desde el mes de julio se retiraran por varias horas y se especulara sobre un posible desalojo.
Sin embargo, el presidente de la Junta Política y de Gobierno, el diputado Julio Espín Navarrete, afirmó que se respetarán los derechos fundamentales de los ciudadanos inconformes con las reformas a la Ley del Instituto de Crédito para los Trabajadores al Servicio del Gobierno del estado y a la Ley del Transporte, por lo que descartó el uso de la fuerza pública para desalojarlos.
Informó que en los próximos días se convocará a los trabajadores sindicalizados y a transportistas a una mesa de diálogo para generar acuerdos y destrabar el conflicto social que ha impedido que se desarrollen las actividades administrativas del Congreso local con normalidad.
"La propuesta que estoy haciendo es un diálogo con la gente del sindicato, precisamente para tratar de llegar a un acuerdo y poder solicitarles que puedan levantar el plantón que tienen en el Congreso y también ir revisando el tema del transporte, que al final de cuentas, tenemos entendido, se han amparado y que son los temas que se tienen que ir viendo", aseguró.
El también coordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) aseguró que existe la disposición de llegar a acuerdos, aún y cuando algunos legisladores han afirmado que no habrá marcha atrás a las reformas legales aprobadas.
La sesión, en la que sólo se turnaron iniciativas y dictámenes de primera lectura, fue suspendida ante la amenaza de una posible protesta de transportistas, que finalmente no se llevó a cabo.