“Tal parece ser que en los tiempos que estamos viviendo la dignidad humana ya no ocupa un lugar preponderante en el quehacer político, en el quehacer de quienes dicen representarnos y en consecuencia empezamos a presenciar la crisis civilizatoria que probablemente nos lleve a ver cómo este sistema social que hemos construido se va a derrumbar”.
Afirmó que “el sistema que hemos construido a los largo de los últimos años ha dejado una fuerte violencia demencial humanitaria y se tienen más de 120 mil asesinados en el país, más de 30 mil desaparecidos y más de un millón de desplazados, el dolor que se está viviendo en este país es demencial”.
En su calidad de académico e investigador, Vera Jiménez ofreció la conferencia “Reflexiones sobre la dignidad humana”, en la que dijo: “Cuando el ser humano deja de tener valor en sí mismo, entonces todo sistema, toda civilización se derrumba, se colapsa y nos enfrentamos a graves tragedias humanitarias. A lo largo de la historia podemos nosotros constatar cómo la humanidad ha tenido que enfrentar la caída de muchas civilizaciones y con ellas tragedia tras tragedia, y hoy parece ser que no es la excepción”.
Alejandro Vera trabaja en la línea de investigación sobre factores psicosociales de la violencia y delincuencia en la adolescencia en el Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología (Citpsi).
Explicó que las universidades no están hechas para moldear al ser humano y someterlo a las condiciones laborales de trabajo que demanda un sistema de producción, sino para hacer lo contrario, “para que el hombre se libere de él, por lo que se tiene que enfocar la reflexión de la dignidad humana desde el coraje y la desesperanza”.
Explicó que las ciencias de la educación y del comportamiento tienen que orientar sus acciones para que el sujeto recupere la capacidad de controlar su destino, su entorno, la naturaleza y su contexto, “la reflexión sobre la dignidad humana hay que orientarla desde el coraje, de no haber podido evitar que mataran a nuestros cuatro estudiantes de la preparatoria de Jojutla en días pasados”.
El último bastión que queda para respetar y defender la dignidad humana son las universidades, “porque son las instituciones que están en manos de ciudadanos y que no se han corrompido por las partidocracias”, dijo el rector de la UAEM.