Un juzgado federal negó el amparo a los policías acusados de atentar contra la vida del ex fiscal estatal Rodrigo Dorantes Salgado y por el homicidio de tres de sus escoltas, y se espera que en breve se reactive su proceso penal.
Mirtha Sagrario Gómez, titular del Instituto de la Defensoría Pública y defensora de los policías, informó que el juez negó la protección de la justicia federal por considerar que el juicio de amparo fue interpuesto de manera extemporánea.
Comentó que está en curso la notificación a las partes de la resolución de la autoridad federal, y una vez que esto ocurra, podrían darse las condiciones para la reactivación del proceso penal (que se mantuvo suspendido por la promoción del amparo) y se fije fecha para la realización de la audiencia intermedia.
“Si bien es cierto que ya tenemos conocimiento de que fue negado por parte del juzgado de distrito porque consideró que no estaba interpuesto en tiempo, también lo es que no han notificado formalmente a todas las partes”.
“Seguimos en espera de esa notificación, y una vez que notifique ese cumplimiento de negatoria de amparo, tendría que mandarnos a traer el juez de control ya para el desahogo de la audiencia intermedia”, dijo.
A través del juicio de amparo la defensa de los policías impugnó el auto de vinculación a proceso dictado a los policías, pero ante el nuevo escenario todo apunta a que optarán por la reactivación del juicio penal, tras cuatro años en prisión.
Los diez policías estatales enfrentan los cargos de tentativa de homicidio y homicidio calificado en agravio del ex fiscal estatal Rodrigo Dorantes y los tres escoltas que perdieron la vida en el enfrentamiento ocurrido la noche del 7 de febrero de 2013, en la calle Diez de Abril de la colonia Las Granjas de Cuernavaca.
Mientras la fiscalía sostiene la hipótesis del atentado, la representación legal de los elementos policiacos defiende su inocencia e insiste en que el incidente se derivó una confusión debido a las órdenes que los agentes recibieron del C-4 (centro de control y comunicaciones de la entonces Secretaría de Seguridad Pública estatal), desde donde se les pidió frenar el convoy de camionetas sospechosas y revisar la identidad de los tripulantes, quienes rechazaron detenerse y entonces sobrevino el enfrentamiento.
Después de la refriega, se supo que el convoy era el del fiscal estatal y el grupo de diez policías fue detenido como sospechoso de complotar contra la vida de Dorantes Salgado.