El consumo de tabaco es cada vez mayor entre jóvenes y adolescentes, la adicción al mismo es causa de graves enfermedades como el cáncer pulmonar y, de acuerdo con datos oficiales, en Morelos diariamente fallecen dos personas por esas causas, indicaron María Luisa Becerril Straffon y José Luis Llanes Lagunes, de las organizaciones civiles CIDHAL y Códice, respectivamente.
Tras reclamar de las autoridades competentes, como en el caso de Salud y de los ayuntamientos, mayor trabajo de prevención, expusieron estadísticas referentes al cuarto monitoreo observacional, que revela una incidencia del 32.5 por ciento de fumadores en personas mayores de 18 años, pero con una práctica cada vez mayor de parte de adolescentes y menores de edad.
Becerril Straffon indicó que “desafortunadamente hoy es común observar en cualquier negocio o tienda de la esquina la venta de cigarrillos sueltos como si fueran dulces, y se les permite a los menores su adquisición, no obstante que la ley en la materia, aprobada por la legislatura local en el 2011, lo prohíbe”.
La encuesta, abundó, se llevó a cabo en bares y restaurantes, mayoritariamente de Cuernavaca, y se comprobó que los espacios destinados para los fumadores son terrazas simuladas que no cumplen con las normas, porque no son totalmente abiertas. “Ello, desde luego, es mucho más grave en bares, y es que la vigilancia se ha relajado totalmente, las instancias públicas responsables en la materia no aplican la ley, las sanciones son mínimas”.
José Luis Llanes agregó que se muestra un consumo creciente del sector femenino. “Todavía en los monitoreos anteriores se veía una mayor incidencia de varones, pero en el del 2017, levantado en abril, las estadísticas son parejas”. Y dijo que “científicamente se ha determinado que cuando un menor de edad comienza a consumir el cigarrillo, tiene ocho veces más posibilidades de enrolarse en un futuro en el uso de drogas duras, como las que todos conocemos”.
Manifestaron que en Morelos existen 105 mil 945 espacios cerrados, públicos y de trabajo que tienen que ser regulados por la ley en la materia, entre éstos, escuelas, hospitales, restaurantes, hoteles y empresas, en los que no se cumple, pues más del 70% muestra inconsistencias graves.
Lamentablemente, abundaron, muchos de esos decesos corresponden a inhaladores pasivos, es decir, hombres y mujeres de cualquier edad, que sin tener el hábito de fumar, respiran el humo de quienes sí lo hacen, por las condiciones inadecuadas de los sitios de concurrencia. Y a pesar de que la ley obliga a los tres niveles de gobierno a proceder en esa materia, son los ayuntamientos los que no muestran voluntad alguna para actuar, por eso demandaron un mayor esfuerzo.