De acuerdo a los datos recabados entre personas que perdieron su dinero en la citada empresa, ésta inició operaciones en Cuernavaca a través de su fundador Ricardo Garza Salazar, quien radicaba en Monterrey (y ahora está en paradero desconocido, aunque tiene representantes en varias ciudades, como San Luis, Puebla, Ciudad Victoria, Monterrey, Jalapa, Veracruz y un cuñado y un sobrino político que actúan como representantes en el estado de Morelos.
De acuerdo al testimonio de varios de los afectados, el defraudador opera desde al menos octubre del 2006, bajo un esquema “piramidal”, en la que recompensa a los socios que atraen a nuevos clientes.
Según la explicación del fraude, era necesario aportar un mínimo de diez mil dólares para obtener rendimientos del diez por ciento mensual, tasa que posteriormente bajó para los últimos inscritos.
A los participantes se les daba la opción de retirar su ganancia mensual o reinvertirla, camino por el que optaba la mayoría, que al final acumuló un capital que no puede recuperar de al menos 20 mil dólares por persona, aunque hay afectados que perdieron cuatro millones de pesos o incluso hay casos de un millón de dólares.
Los perjudicados anunciaron que se han agrupado para iniciar una denuncia colectiva y hacer pública la actuación delictiva de la empresa, de su representante social y de sus promotores, sobre todo los que actúan en Cuernavaca.
Por último indicador que ayer se cumplió el plazo marcado por el propio Ricardo Garza Salazar para emitir un comunicado con la fechas de cuándo pagará el total de los capitales más un 20 por ciento de los rendimientos.