Habitantes de la Unidad Habitacional Rinconada Acolapa se encuentran desamparados ante los daños que causó en sus viviendas el sismo de 7.1 grados en escala de Richter que se registró el pasado martes.
Al menos 200 viviendas quedaron inhabitables y cerca de 800 registraron daños, de acuerdo a información de los mismos vecinos. Ante tal situación, un gran número de las familias determinó salirse de manera definitiva de sus hogares junto con sus pertenencias.
En un recorrido que La Unión de Morelos realizó por la unidad, se pudo registrar la preocupación y el dolor de las personas por la pérdida de sus casas, aunque agradecidos de que no haya habido muertes.
Los vecinos se quejaron de que las autoridades de protección civil de Tepoztlán hayan acudido el pasado miércoles, pero no les revisaron sus viviendas para realizar un diagnóstico y determinar si podrán vivir más en el lugar.
"No podemos seguir así, el riesgo está latente, la gente muy nerviosa, está histérica; muchos ya se van, como puede ver. Ayer un loco salió gritando que hay alerta sísmica, la gente salió corriendo; no se vale que estén jugando con la psicosis de los habitantes, que nos digan de una vez ‘ya la unidad es inhabitable, se tienen que ir’", declaró Alejandro Valdés Hernández.
Camionetas de mudanza se encontraban en la zona y familias en los patios en casas de acampar, por miedo a la rapiña. Mientras que otro tanto se resguardan en el albergue de la Escuela Primaria Quetzalcóatl.
Más familias sin hogar en Civac
En tanto, en la Ciudad Industrial de Cuernavaca (Civac) habitantes de la Unidad habitacional Narciso Mendoza se quedaron sin una vivienda, a causa del terremoto.
De acuerdo a vecinos, al menos 80 departamentos sufrieron daños y las familias tuvieron que abandonarlos ante el riesgo de un colapso.
Algunos de los afectados se mudaron con familiares o a otro hogar, mientras que otros, por miedo a la rapiña, permanecieron en las áreas verdes en espera de que Infonavit les responda por su seguro o puedan contratar un nuevo crédito.