El Centro de Investigación en Biotecnología (CEIB) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) desarrolla un formulado natural para atacar la chinche que transmite la enfermedad de chagas, informó el profesor investigador Víctor Manuel Hernández Velázquez.
Informó que el proyecto de investigación surgió de una tesis de doctorado de Concepción Toriello Nájera del CEIB y se trabaja en colaboración con la investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Explicó que mediante la formulación de hongos entomopatógenos para el control biológico, se pretende atacar la chinche triatoma que transmite la enfermedad de chagas, “a través del contacto con el insecto por medio de sus esporas, entra por la cutícula, luego germina, penetra al insecto, libera toxinas y lo mata”.
Esta enfermedad se ha detectado en las comunidades que colindan con la localidad de la Joya en Jiutepec, “donde detectamos que es el hábitat natural de la chinche”, dijo Hernández Velázquez.
El también director del CEIB dijo que este proyecto consiste en producir una cepa de hongo metarhizium, hacer la formulación del mismo y la evaluación en campo, “para aplicarlo en las casas donde se han hecho muestreos de las chinches, en cuyos primeros muestreos se encontró hasta un 70% de presencia por infestación del tripanosoma, que es el mecanismo que transmite la enfermedad de chagas”, explicó.
El especialista en control microbiológico de plagas de la UAEM, manifestó que el plan inicialmente se llevaría a cabo en Anenecuilco, Morelos, pero después de algunas dificultades no se pudo realizar, “entonces detectamos que en la parte alta de Jiutepec se tiene una infestación importante de esta especie de chinche que convive con animales y personas”, advirtió.
“Es preocupante esa situación, ya que la población está vulnerable a contagiarse de la enfermedad de chagas”, dijo y señaló que este método microbiológico para eliminar las chinches no afecta a las personas ni a los animales.
Víctor Manuel Hernández, responsable del laboratorio de control biológico de plagas del CEIB, expuso que los habitantes de estas localidades fueron quienes solicitaron el apoyo de la UAEM y la UNAM para atender esa problemática.