Ante algunas estadísticas nacionales que ubican a Morelos con cierto estancamiento en relación al desarrollo y la generación del empleo, los titulares de Hacienda, Jorge Michel Luna, y del Trabajo, Francisco Santillán Arredondo, sostuvieron que, en ese sentido, la entidad mantiene un ritmo aceptable.
Michel Luna destacó que es todo lo contrario, porque hay una serie de proyectos e inversiones, tanto programadas, como en desarrollo, que advierten de la apertura de cientos de fuentes de empleo, independientemente de que son factor de crecimiento y avance en lo que a la economía en general se refiere.
Y dijo que los efectos del terremoto del pasado 19 de septiembre afectaron considerablemente a la entidad pero, a pesar de todo eso, los índices en materia de crecimiento se mantienen al alza y con expectativas de un cierre sexenal prometedor, particularmente en zonas como la del Centro, donde se ubican Cuernavaca y el área conurbada.
En tanto, Santillán Arredondo negó que las tendencias fueran a la baja en lo que se refiere a oportunidades laborales, porque, abundó, hasta los trabajos de recuperación en el desastre por el sismo se traducirán en empleos temporales. Además de que los empresarios de la construcción y el gobierno estatal anunciaron la edificación de casas por un monto superior a seis mil millones de pesos que oxigenarán la economía local.
Cuestionados al término de una reunión de gabinete, en la que se hizo una valoración de la situación que vive Morelos tras el terremoto, coincidieron en que el momento que se vive es difícil, por las consecuencias sufridas el 19 de septiembre, pero hay un esfuerzo entre sociedad y gobierno que significará avances al mediano y largo plazo.
Por otro lado y, en relación a la posibilidad de creación de nuevos municipios, Michel aclaró que en lo que tiene que ver con la Ley de Ingresos y Egresos del 2018, esos asuntos no se reflejan, porque, en todo caso, será responsabilidad de las alcaldías que pierdan territorio ceder parte de su presupuesto para los nuevos ayuntamientos, y abundó en el sentido de que el gobierno estatal tendría algunas responsabilidades directas con las comunas nacientes, pero en asuntos distintos, no en materia presupuestal.