Expresó que existe hartazgo de la base trabajadora por no recibir su incremento salarial y mejoras en sus prestaciones, debido a la falta de presupuesto del TSJ para satisfacer la expectativa laboral, planteada desde el mes de enero de este año.
Indicó que es comprensible la postura de la parte patronal de no poder ofrecer y negociar un aumento, porque la oferta depende de la transferencia de recursos que aporte el Poder Ejecutivo, para que el TSJ pueda hacer frente a sus obligaciones patronales.
Cabe destacar que el TSJ arrastra un pasivo en su gasto corriente de aproximadamente 18 millones de pesos, pues adeuda el pago de pensiones a cinco magistrados retirados, pago de “salarios caídos” por resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a seis magistrados (tras levantarse la suspensión judicial que impedía que entraran en funciones y que recientemente se incorporaron a su labor jurisdiccional) y el incremento salarial a la base trabajadora retroactivo al mes de enero.
Millán Toledo afirmó que en recientes reuniones el presidente del TSJ, Miguel Ángel Falcón Vega, aseguró que a más tardar el 30 de septiembre recibiría del Poder Ejecutivo una respuesta sobre la ampliación de presupuesto.
Bajo esta premisa, dijo, el TSJ estaría en condiciones de hacer una propuesta y negociar con el sindicato.
Sostuvo que en caso de no ocurrir el aumento en la primera quincena de octubre, el Comité Sindical evaluará la posibilidad de iniciar acciones de presión, debido a que sus agremiados están desesperados y quieren ya sus beneficios económicos.