Los transportistas reclamaron por la detención de al menos 10 unidades a las que la Dirección de Transportes les retuvo las placas y permisos para circular.
Aunque los manifestantes reconocieron que han incumplido con la renovación –“pero ha sido por falta de recursos económicos”- dijeron tener la intención de cambiar las unidades de modelo viejo lo antes posible, por lo que pidieron una prórroga para renovar los vehículos para que ningún operador se quede desempleado mientras cumplen.
Hasta el momento, la Dirección General de Transportes ha detenido a más de 20 unidades viejas. Sin embargo, la mayoría de las líneas de transporte cuenta con unidades “chatarra”. Sólo las Rutas 12, 20 y 19 han cambiado su parque vehicular al 100 por ciento, según los concesionarios.
Mientras, las Rutas 1, 2, 3, 4, 6, 7, 8, 9, 10, 15, 17, 18, Aliados de Morelos, Generación 2000, Interescolar y Ómnibus deberán renovar sus unidades. En algunos casos, lo han hecho al 80 por ciento, pero a otras les falta más del 90 por ciento.
Los manifestantes aseguraron que con el retiro de los permisos para operar las rutas, decenas de personas se quedarán sin empleo, y si se logra el paro de todos los vehículos, los daños económicos serán cuantiosos. En el caso de un camión, los concesionarios pierden de mil a mil 500 pesos y en el de un microbús, menos de mil pesos.
“Por cada concesión que deja de trabajar dejan de comer 10 ó 5 familias mínimo; es el chofer, son los hijos, es una cadenita que se va haciendo. Estamos preocupados por esa situación”.
Cabe señalar que de un padrón superior a las 5 mil unidades del transporte colectivo, el 80 por ciento ha cumplido con la renovación de unidades. El resto son rutas viejas que operan y arriesgan la vida de los usuarios por sus condiciones mecánicas.
Según la Dirección de Transportes, el objetivo es obligar a todos los transportistas a que cambien sus vehículos y presten servicio de calidad, porque hay unidades con 18 años de antigüedad cuando la ley obliga a la renovación después de 10 años de uso.