A los gobiernos electos pedirán privilegiar la mano de obra local.
La obra pública y privada bajó de ritmo en los tres niveles de gobierno, el estado y la Federación no tienen ya proyectos en desarrollo y el parque vehicular del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Auto Transporte (STIAT) está parado, sólo dedicado a cosas menores, indicó el dirigente de la organización, Javier Atrisco Meneses.
Dijo que se tienen algunos compromisos menores con obras en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), “pero con el estallamiento de huelga todo quedó suspendido y, fuera de ello, se sabe de algunas obras, relacionadas con nuevas tiendas departamentales y de autoservicio, pero esas son acaparadas por el Nuevo Grupo Sindical, que hasta el final de la presente administración sigue siendo favorecido en todo tipo de contratos”.
El gremio, señaló, cuenta en promedio con unos 100 afiliados y unos 300 camiones de carga para el porteo y acarreo de materiales de construcción. “La estamos pasando muy mal porque no hay ingresos y, en la medida de las posibilidades, se llega a acuerdos con los trabajadores a fin de pagarles sólo medio sueldo; sabemos que tampoco es justo para ellos, tienen necesidades, pero el momento así lo requiere”.
Atrisco Meneses mencionó que “vivimos como de cascaritas, es decir, acarreo de escombros, construcción de cisternas, algo de materiales de construcción, todo a particulares e, incluso, a costos módicos, con tal de no dejar ir nada, pero eso no da ni para el mantenimiento de los vehículos”.
Recordó que por el conflicto con la cabecera municipal de Tepoztlán, la ampliación a cuatro carriles de la autopista La Pera-Oacalco quedó suspendida. “Hay un amparo en contra. La autopista Siglo XXI tampoco se ha terminado, hay resistencias al final de su trayecto, por el rumbo de Tlaltizapán, ya que el gobierno no ha cumplido con compromisos con los ejidatarios, pero ya sea por un motivo o por otro, las cosas siguen mal”.
En torno a lo que viene, Javier Atrisco indicó que hay esperanzas de que el panorama mejore, “pero no será nada fácil, el estado y la Federación quedan con un sinfín de problemas y conflictos, sin embargo, vamos a reclamar de las nuevas autoridades, sobre todo locales, se dé preferencia a agrupaciones, sindicatos y empresas del estado, porque estos seis años nos trataron mal, las grandes inversiones las desarrollaron consorcios de fuera y eso no ayuda a los morelenses”.
“Aquí se tiene capacidad para hacer las cosas bien, no se requiere recurrir a empresas foráneas, pero son intereses entre gobierno y grupos de privilegio los que distorsionan la realidad”, expresó.