Zacatepec de Hidalgo. Los héroes de ahora son los grandes delincuentes como El Chapo, que es un dios en Sinaloa y en otras partes de México y el mundo; así lo ve la gente, mientras que nuestros verdaderos héroes o están en el olvido o no son respetados.
Tuvo que ser el centenario luctuoso de Zapata para que allá en Cuernavaca movieran la escultura del general Emiliano Zapata Salazar de la glorieta donde nadie la veía y la pasaran a otro sitio.
No vayamos más lejos: aquí, en Zacatepec, el alcalde “Paco” Salinas tuvo a la estatua de Miguel Hidalgo y Costilla arrumbada en un patio y luego, por presiones de algunas personas, la mandó poner en el peor lugar de Zacatepec: en vez de presumirla, parece que la quisieron ocultar como si sintieran vergüenza, platicó Jorge Cruz Quiroz, habitante de Zacatepec.
La escultura de Miguel Hidalgo (Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor) se localiza en la esquina de la calle Escuadrón 201 y avenida Lázaro Cárdenas; se encuentra detrás de un poste de luz y uno del semáforo. Detrás hay un local donde se venden y anuncian flores y arreglos. Esa esquina ha sido de todo, desde gasolineras hasta oficina de la Policía Municipal.
Está sobre una base de 50 centímetros de altura y de allí se levanta en cuatro metros con cincuenta centímetros. De acuerdo con la ficha que aparece en la base, es obra de Estela Ubando y Carlos Kunte (se terminó en el año 2000).
Aunque es de bronce, está pintado de color oro, con ese color y esa pintura que se aplica a algunos aparatos de las ferias de pueblo pobre.
De la estatua de el “Padre de la Patria” (nacido en la Hacienda de Corralejo en Pénjamo, hoy en el estado de Guanajuato, 8 de mayo de 1753-Chihuahua, Chihuahua, 30 de julio de 1811) llama la atención que es muy difícil verla, a pesar de que se ubica en una esquina; pero cuando se descubre, ya de cerca, a pocos metros, el bulto aparece como algo feo, de mal gusto.
Quien le da nombre a este municipio (se llama Zacatepec de Hidalgo desde los años cuarenta) lleva una cadena rota en la mano izquierda y en la derecha una tea ardiendo, símbolo de libertad y de luz, porque fue el iniciador de la primera etapa de la Guerra de Independencia de México. En un lugar adecuado y una altura correcta estos elementos lucirían, sin embargo, en el sitio donde se encuentra actualmente la escultura parece un gigante, muy pero muy enojado, con cadenas y un palo dispuesto a despedazar lo que le pongan enfrente.
De acuerdo con el cronista Agur Arredondo Torres, la estatua está bien hecha, pero el lugar en donde se encuentra no la hace lucir: “”si se recorre unos metros por donde está la fuente inútil y se diseña un espacio con la estatua se vería bien”, afirmó.
Sergio Mañón de la Rosa, director del Museo Comunitario de Tetelpa, dijo que la escultura primero estuvo en el parque, en el centro de Zacatepec, hasta que se amplió el estadio Agustín Coruco Díaz, y la bajaron de allí y la llevaron a la sede de la presidencia municipal, donde permaneció arrumbada por allí, luego la instalaron en la presidencia, pero no les gusto, estorbaba y luego la pusieron en el crucero.