De esto se habla mucho y en mi caso es cierto. Ser escritor implica un estilo de vida especial. Ignoro si todos tienen uno igual, solo puedo hablar de mí con certeza. He conocido a muchos escritores con vidas de lo más raras, pero creo que en todo caso a ellos les toca hablar de eso, no a mí.
Hay quienes piensan que “vivir como escritor” es un privilegio, también los que creen que es una vida loca y desenfrenada. Ambos puntos de vista son extremos y por lo mismo limitados, pues quizás parte de prejuicios o críticas infundadas. ¿Hay escritores con vidas privilegiadas? Sin duda. ¿Muchos artistas son border line? Sí, claro. Pero no todos somos iguales. Como dice el dicho, más naco que popular, hasta en perros hay razas.
Hay dos aspectos por los que mi estilo de vida ha sido especial. El primero es que desde chico tuve diferentes ocupaciones para ganar dinero y pagar desde la renta, la comida y la ropa, hasta la escuela y el entretenimiento; el trabajo ha determinado en gran parte cómo he vivido. En segundo lugar, mi oficio de escribir. Eso también. ¿Y de qué se trata eso? ¿Qué actividades son propias de ser escritor?
En mi caso, ser escritor implica, cuando menos, siempre tener tiempo para: a) leer, b) observar, c) ocio creativo, d) cocinar, e) platicar y f) escribir. Todo lo anterior es indispensable para mí. Pero también debe combinarse con actividades como a) ser papá, b) asistir a eventos literarios, c) viajar, d) aprender cosas nuevas que no tienen nada que ver con libros. Mi estilo de vida es una propuesta para armonizar estos elementos. Aunque lo que muchas veces pesa más es el equilibrio entre lo económico y lo artístico.
Haré un paréntesis: mi espacio de trabajo, que es el lugar donde vivo, es muy importante para mi vida. Por ello siempre lo tengo ordenado, acomodado, limpio y bello, desde el fondo de mi clóset hasta los libreros y la alacena, ahí debe haber un orden y una estructura (como todo lo que funciona en la vida). No tengo TOC, o quién sabe, pero no es un asunto importante. El orden es importante para disfrutar de la vida.
Ahora bien, un día normal en mi vida inicia temprano pero no tanto, con un desayuno abundante, té o café, fruta o jugo. Luego atiendo pendientes de trabajo en casa, después quizás salgo a un trámite o asunto o ver a una persona y vuelvo a casa a anotar ideas o a escribir un poco, especialmente a corregir lo que escribo. Leo algo, en papel o virtualmente. Como rico, mientras escucho un documental o música. En todo momento platico con alguien por whatsapp, messenger o por teléfono, familiares, amigos, socios. Por la noche, trabajo en diseño o en redes sociales. Casi no escribo ni leo en la tarde-noche. Antes de dormir veo videos random y/o medito.
Cuando tengo un proyecto específico de escritura comienzo temprano, quizás a las 7 am y paro antes del atardecer. Cuando corrijo mis obras, puedo estar todo el día haciéndolo.
Mi estilo de vida implica otras cosas, como: a) visitar museos o salir a pasear con alguien que me visite (amo las visitas), a quien le cuento historias o con quien comparto puntos de vista críticos; b) comer cosas nuevas y divertidas, como comida japonesa, tacos extravagantes, dulces árabes o lo que se pueda; c) tener tiempo para dejar cosas pendientes si alguien me necesita o yo necesito de alguien; d) salir a caminar (o en bicicleta) por ahí, sin un rumbo fijo, observando todo; e) ir al cine con frecuencia; f) ir a librerías o ferias a ver libros durante horas y comprar algunos; g) estar conectado a redes sociales y publicar ideas, fotos, memes, noticias, encuestas u otras cosas.
Puede verse como un estilo de vida relajado y quizás sí lo es, pero también hay que ver que no hay horarios establecidos (a pesar del orden que uno intente), además de que los viajes, el trabajo o la escritura pueden cansar mucho y hacer girar la agenda de forma inesperada. Hay muchos pros, digo yo, de vivir así, y no podría decir otra cosa, porque así he vivido desde hace 20 años. No tengo referencias personales de cómo se vive de otro modo. ¿Lo recomiendo? No. Tiene algunos inconvenientes en los que ahora no ahondaré. Además, cada quien su vida. Esta es la mía, con ella puedo y me gusta, aunque debo decir por último que he aprendido a vivir así, con tiempo y paciencia, con amor y esfuerzo. Y creo que viviré así por siempre.
@DanieloZetina