El rol y función de la familia es determinante para reducir la desigualdad entre hombres y mujeres, señala Joaquín Sedano Tapia, catedrático de la Facultad de Derecho de la UAEM.
“El rol y función de la familia es determinante para reducir la desigualdad entre hombres y mujeres, la violencia de genero comienza en casa con la educación que brindan los padres muchas veces de manera inintencionada”, dijo Joaquín Sedano Tapia, académico de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (FDyCS) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Sedano Tapia explicó que los factores culturales o religiosos se van heredando por generaciones, lo que aumenta la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres.
“Si bien es obligación del Estado garantizar la equidad de género y garantizar que no se violente a las mujeres en sus derechos, también la familia tiene un rol fundamental en ello. Por ejemplo, somos educados los varones a no participar en las tareas del hogar, pero en la actualidad se están generando los movimientos suficientes para que este tipo de malas praxis dentro del hogar se vayan diluyendo”, dijo el especialista.
Afirmó que hoy en día se habla de modernas masculinidades o feminidades, dijo, al subrayar la necesidad de tomar en cuenta enfoques del tema donde participen especialistas de todo tipo, pues estas problemáticas reflejan datos alarmantes de desigualdad para nuestro país.
En la actualidad, dijo Sedano Tapia, en general se concibe la violencia de género en el ámbito jurídico y legal, pero también tienen que ver conceptos psicológicos, sociológicos, médicos, “que requiere(n) el esfuerzo de las distintas áreas para trabajar y reducir esa brecha de desigualdad que se convierte en violencia de género”, comentó.