La JLCA busca acelerar la resolución de conflictos en vísperas de que ese órgano desaparezca.
Envía a los litigantes su relación de expedientes para que busquen arreglarse con los oponentes.
La Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) recurrió a la conciliación como mecanismo alterno de solución de las demandas laborales, para resolver el mayor número de asuntos antes de la extinción de la junta y preparar al personal para la operación de los juzgados especializados en materia de trabajo.
Pascual Archundia Becerril, presidente de la JLCA, recordó que las nuevas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, en vigor desde el 2 mayo pasado, establecieron que las juntas locales se convertirán en juzgados especializados y pasarán a formar parte de los Poderes Judiciales de las entidades.
Señaló que, aun cuando los artículos transitorios de la ley fijaron tres años para transitar hacia la creación de juzgados laborales, en el caso de Morelos la JLCA, en coordinación interinstitucional, se establecieron estrategias para que los asuntos que están en trámite y los que llegan diariamente puedan tener una conclusión pronta y satisfactoria para las partes.
Subrayó que se realizan mesas de trabajo con el área de conciliación, con la Procuraduría en Defensa del Trabajo, con el sector patronal y con los representantes de los trabajadores, para efecto de ir concluyendo los asuntos.
Pero también, dijo, “estamos realizando campañas permanentes de conciliación ¿Para qué? Para ir concluyendo los asuntos en los mejores términos, pero sobre todo, avanzar previamente al cierre de las juntas, en trabajar en el tema de la conciliación como un aspecto alternativo para prevenir y, en su caso, prevenir los juicios que hoy se encuentran en trámite”.
También “nos estamos capacitando en el tema de conciliación como eje rector para prevenir o evitar un conflicto, estamos buscando los mejores perfiles, porque dentro de esta reforma también está la creación de los centros de conciliación de carácter local, como instancia prejudicial que deberá instituirse paralelamente a los juzgados laborales, que serán los responsables de expedir las constancias de no conciliación entre las partes para entonces proceder a la judicialización de las demandas laborales”.
Detalló que, como parte del proceso de la conversión de las juntas a juzgados especializados en materia laboral, se envió tanto a los representes de los patrones como de los trabajadores su lista de expedientes que actualmente tienen en trámite, y se agendan periódicamente las pláticas conciliatorias en busca de acuerdos entre las partes.
Apeló a la voluntad y sensibilidad de los abogados, los trabajadores y empleadores, para que haya claridad y sensibilidad en el desahogo de las demandas laborales, es decir, “que exista transparencia tanto del trabajador como de su abogado para efecto de presentar una demanda, que sea en los términos reales existenciales respecto a una supuesta separación del trabajo y, en el caso de los patrones, pues también en el momento de contestar su demanda y oponer su defensa y excepciones, lo hagan precisamente ajustados a derecho y con toda transparencia, y eso nos permita a los tribunales jurisdiccionales en materia de trabajo, transparentar la justicia”.
Agradeció la disposición que han tenido las partes actoras y demandadas, “pero nos falta mucho por hacer, necesitamos seguir adelante y trabajar, e insistió en mí llamado a los sectores implicados para que podamos cerrar filas y podamos dignificar el cierre de la justicia laboral en el estado”.
Agregó que mensualmente llegan a la JLCA un promedio de mil 500 nuevas demandas, pero paralelamente se concluyen el mismo número de asuntos.