Dicho trabajo comenzó desde el pasado 20 de diciembre y ayer tocó el turno al mercado Adolfo López Mateos (ALM) y a los ocho mercados que se encuentran ubicados en la periferia de Cuernavaca.
La báscula de la Profeco fue instalada en la parte baja de la administración de ese mercado, para que el público consumidor pueda comprobar si les vendieron los kilos que pagó.
De no ser así, personal de la delegación federal acude junto con el defraudado hasta el puesto donde adquirió el producto pesado, para que se le reponga el o los kilos.
Asimismo, la Profeco realiza trabajos de calibración de básculas en los comercios del Adolfo López Mateos y coloca un sello de verificación, lo cual da confianza a la gente para comprar en ese lugar.
Estos trabajos se realizaron ayer en los ocho mercados que se encuentran ubicados en la periferia de la ciudad.