Se habla de por lo menos de unos 50 vendedores entre niños, jóvenes y adultos, que son incluso una molestia para el turismo, porque actúan también como indigentes, pidiendo dinero a los transeúntes, es necesario que las autoridades municipales los pongan en orden.
Mencionó que "estuvimos indagando un poco respecto a su procedencia, se trata de grupos familiares procedentes del estado de Guerrero que están siendo utilizados por dos hermanos, que son los beneficiarios de todos esos ingresos".
Y agregó que "inicialmente ellos mismos elaboraban los artículos, de manera manual, ahora vienen introduciendo artesanía de contrabando de origen chino y esto es además un delito".
Los promotores de este negocio cuentan ya incluso con una residencia en la colonia La Lagunilla, “tienen portón eléctrico, alberca y otras comodidades que nosotros difícilmente nos podríamos dar, a costa de toda esa gente a la que se le rentan galerones donde se duermen hacinados”, destacó.
El problema es que forman parte de un grupo de ambulantes que viene siendo asesorado por abogados en defensa de sus derechos, bajo el argumento de que es su única fuente de ingresos.
“No podemos seguir tolerando este tipo de fenómenos, porque en realidad a quienes se les está haciendo el caldo gordo es a los que los explotan, por eso pedimos a la comuna tomar decisiones al respecto”.
Por otro lado, Salgado Porcayo se quejó de una caída de ventas muy drástica este fin de año, en ello tienen que ver este tipo de fenómenos de ambulantaje, “de ahí que exigimos orden”.