La única fuente de ingresos que tiene Francisco para mantener a su familia es su trabajo como chofer de taxi, por eso pide ayuda a las autoridades, ya que –asegura- tampoco ha sido beneficiado con los programas para el bienestar de las personas adultas mayores.
A las 7 de la mañana sale de su casa y se detiene en cada esquina esperando encontrar pasaje, pero hay días en que durante su jornada con esfuerzo logra realizar tres o cuatro servicios, la mayoría a un costo de 35 pesos.
Francisco tiene 76 años y trabaja como chofer de taxi desde hace 25 años. Afirma que por la pandemia del covid-19 sus ingresos disminuyeron en gran porcentaje, por lo que apenas alcanza para la alimentación de su pareja e hijo, trabajando más de 10 horas todos los días.
"Desde que llegó la enfermedad (covid-19) ya no hay servicios, porque la gente no tiene dinero. Vemos movimiento en las calles y cada día hay más tráfico, pero nosotros no agarramos pasaje. Yo, por mucho, realizo cuatro viajes de 35 pesos".
La ventaja que tiene es que es dueño de la unidad, sin embargo, todos los días debe tener al menos 240 pesos para el combustible, de lo contrario no podría salir a trabajar.
Cuenta que a la fecha no ha recibido algún tipo de apoyo, y tuvo conocimiento por sus compañeros de que hace más de un mes las autoridades estatales entregaron despensas a este sector, pero a él no le tocó.