David es optimista y valora la faceta positiva de la crisis sanitaria
La pandemia por el covid-19 ha cobrado la vida de muchas personas en el mundo, pero en otras el confinamiento sirvió para resolver problemas familiares.
David Arroyo Urióstegui, quien trabaja como checador en la Ruta Omsa Chapultepec desde hace un año, cuenta que al menos en su familia tomaron el lado bueno del aislamiento domiciliario y aprovecharon para solucionar sus problemas que traían de meses atrás.
“La contingencia nos dejó una gran lección: primero, que debemos tener un ahorro por cualquier emergencia y estar preparados, porque no sabemos si vamos a recibir algún tipo de apoyo; y también, que deberíamos reforzar los lazos familiares; por ejemplo, en mi caso nos ha servido para solucionar problemas”.
De su trabajo refiere que la contingencia sanitaria afectó en más del 50 por ciento en sus ingresos económicos, porque son pocas las personas que usan el transporte público, por lo que la empresa Omsa Chapultepec detuvo la mitad del parque vehicular ante la falta de pasajeros.
Actualmente, de las 110 unidades con la que cuenta la organización, solo 65 están en circulación.
David está consciente de que por su trabajo está expuesto a un posible contagio de covid-19, por eso se protege con su cubrebocas, porque dice: “no hay de otra, tenemos que seguir trabajando”.
Trabaja medio turno y su sueldo es de 200 pesos diarios, y para compensar un poco su economía por la tarde trabaja con su papá en una barbería.
¿No le tiene miedo al virus?
“Tengo más miedo a que el país no se pueda levantar de la economía, se endeude y que el gobierno aumente nuevos impuestos”.