Labora 12 horas y sus ingresos son de 350 pesos diarios.
Frente al volante se observa una imagen religiosa que acompaña a Arturo durante su larga jornada como chofer de taxi. El entrevistado afirma que en tiempos de pandemia solo queda encomendarse a Dios para enfrentar la crisis económica y la inseguridad.
Arturo Ramírez Castrejón trabaja como chofer de taxi desde hace seis años y con tristeza cuenta que hasta el momento este sector no ha recibido apoyos económicos ni en especie, para paliar la situación económica por la contingencia sanitaria del covid-19.
Sobre su trabajo refiere que el pasaje ha bajado mucho y aunque trabaja 12 horas todos los días sus ingresos diarios son de 350 pesos por lo que agradece que, al ser propietario del vehículo, no tiene que entregar cuenta, pues de lo contrario el escenario para él sería todavía más crítico.
Arturo señala que otra de las ventajas a su favor es que no tiene una familia a la cual mantener, así que trabaja solo para sus gastos personales y su alimentación.
Por la pandemia del covid-19 y para evitar contagios del virus usa el cubrebocas durante su jornada, pero señala que no puede negar el servicio a quienes no usen los equipos de protección, porque en estos tiempos los taxistas “no están para ponerse exigentes”.
“No me puedo poner exigente porque no tenemos trabajo, si se lo ponen o no es algo que no me interesa; me interesa estar protegido, yo, para no contagiarme”.
Agradece que hasta la fecha nadie de su familia ni de sus conocidos se ha contagiado con el virus, sin embargo, él prefiere protegerse porque el virus está en todos lados y afecta a varios países.