Sus ingresos son de mil 300 pesos semanales.
Por la pandemia del covid-19, Iraís Caspeta Sánchez fue despedida de su trabajo en una fábrica ubicada en Jiutepec, pero hace dos meses encontró empleo como repartidora de comida por medio de la plataforma en línea “Rappi”.
De su trabajo cuenta que hay días en los que le va bien y a la semana obtiene hasta mil 300 pesos. Sin embargo, en ocasiones con mucho esfuerzo logra reunir 800 pesos, porque solo realiza entre cuatro y cinco servicios al día, trabajando de 10 de la mañana a 9 de la noche.
Los pedidos de comida para llevar se incrementan el fin de semana y en esos días puede realizar hasta 13 servicios.
Para trabajar como repartidora de comida, Iraís compró a crédito una motocicleta por lo que cada semana realiza un pago de 280 pesos. Refiere que con esfuerzo logra reunir el dinero para solventar sus pagos y los gastos personales y aportar un porcentaje en la casa de sus tíos, donde vive actualmente.
Ella activa la aplicación de Rappi todos los días desde las 10 de la mañana y trabaja principalmente en restaurantes ubicados en la capital de Morelos.
“Ahorita hay mucha competencia porque con la contingencia las personas que se quedaron sin empleo se registraron en Rappi y sabemos que está por llegar Didi (para servicio de alimentos) y habrá mayor competencia”.
Iraís tiene 21 años y actualmente no estudia por falta de recursos económicos; sin embargo, tiene la esperanza de que en unos años pueda continuar con sus estudios universitarios, porque su sueño es especializarse en educación física.