Hace dos semanas se registró en las plataformas en línea de Uber Eats y Rappi.
A finales de agosto Sayuri Domínguez Zarza se registró en las plataformas en línea de Uber Eats y Rappi para trabajar como repartidora de comida, sin embargo, dice que por la pandemia del covid-19 hay muy poca demanda y al día con mucho esfuerzo logra realizar entre seis y ocho servicios, por lo que sus ingresos apenas son de 250 pesos trabajando más de cinco horas al día.
Sayuri trabajaba en una cafetería en la Ciudad de México, pero hace unos días regresó a casa de sus papás en Cuernavaca y al no encontrar empleo se dio de alta en las plataformas de comida para llevar a la que están afiliados varios restaurantes.
Para la entrega de alimentos se apoya de una bicicleta, aunque algunos días lo hace a pie, como ayer luego de que su medio de transporte sufrió una falla. Dice que tiene motocicleta, pero no el permiso de circulación ni el seguro.
“No tenía mucho conocimiento sobre cómo repartir alimentos, pero después de que renuncié a mi anterior trabajo en la Ciudad de México, regresé a casa de mis papás y aquí (en Morelos) el sueldo en una cafetería es muy poco, son como dos mil pesos menos. Por eso empecé a repartir comida y no me va tan mal”.
La entrevistada refiere que entrega comida principalmente en colonias ubicadas en las inmediaciones del centro de Cuernavaca, como Las Palmas, Atlacomulco y Palmira, pero también ha recibido pedidos hasta Teopanzolco y La Lagunilla.
¿No tienes miedo de sufrir algún accidente vial?
“Si me da miedo, pero no voy tan rápido y siempre tengo precaución porque, además, no se puede ir rápido porque las calles están feas y llenas de baches”.