Los repartidores de comida que ofrecen el servicio por medio de aplicaciones de teléfono denunciaron que en plena contingencia sanitaria por el covid-19 se incrementaron los robos de motocicletas, principalmente en los supermercados de Cuernavaca.
Julio César Serrano trabaja como repartidor de comida en la aplicación de Rappi y dice que desde que llegó la pandemia los robos aumentaron, porque muchas personas se quedaron sin empleo, consideró.
Agradece que él no ha sido víctima de la violencia pero, según le dijeron sus compañeros, todos los días se registran hasta cuatro robos de motocicletas.
El entrevistado cuenta que se dio de alta en la aplicación de Rappi porque cuando empezó la pandemia del covid-19 se quedó sin empleo, ya que su patrón cerró el estacionamiento donde laboraba y, aunque le pagaba un sueldo mínimo, no era suficiente para solventar sus gastos.
Al principio le iba bien repartiendo comida, ya que la gente no salía y la mayoría de los establecimientos con venta de alimentos estaban cerrados, pero cuando empezaron a abrir, los servicios a domicilio fueron disminuyendo y actualmente sus ingresos son de máximo 500 pesos diarios trabajando de las siete de la mañana a las siete de la noche.
“Los robos aumentaron mucho y más en los supermercados; en los últimos meses a varios compañeros les han quitado su moto y también hemos visto que a algunos repartidores los asaltan en las avenidas principales. Cuando el semáforo está en rojo, los rateros aprovechan y les quitan el teléfono”.
Por lo anterior, dice Julio, dejó de trabajar más noche, para evitar ser víctima de la violencia.