Con el covid-19 algunos infectados manifiestan consecuencias severas, mientras que otros son asintomáticos.
La Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) desarrolla como línea de investigación conocer cómo reaccionan las células del sistema inmunológico ante las infecciones causadas por virus, así como la relación que existe entre los genes, los microbios y las enfermedades, informó Mario Ernesto Cruz Muñoz, profesor investigador de esta unidad académica.
Refirió que en la historia de las grandes pandemias, los individuos de una población responden de una manera diferente a las infecciones causadas por un virus o un microbio.
En ese contexto, explicó que con el covid-19 algunos infectados manifiestan consecuencias severas, mientras que otros son asintomáticos. “Ciertas personas que desafortunadamente han fallecido a causa del covid-19 eran portadoras de algunos errores genéticos, por eso les fue muy difícil combatir el virus y eso indica que podría ser un nuevo tipo de inmunodeficiencia primaria”.
Cruz Muñoz dijo que la investigación desarrollada hasta ahora ha permitido identificar genes que son cruciales para que el sistema inmune reaccione de manera correcta y pueda combatir de manera eficiente a los virus. “Es la diversidad genética de una especie lo que permite responder de manera diferente a una infección causada por un mismo microbio”, expresó.
Informó que en la Facultad de Medicina de la UAEM se investiga respecto de la predisposición genética de un virus muy recurrente, como son los herpesvirus causantes de los fuegos labiales, en donde el 90 por ciento de la población mundial son asintomáticos, sin embargo, “hay individuos portadores de mutaciones en genes que codifican moléculas importantes para regular la función del sistema inmune y controlar la infección”, dijo Mario Cruz.
Otra línea de investigación que se desarrolla en la Facultad de Medicina es la de conocer cómo las células del sistema inmune protegen contra las células cancerosas, a través de modelos de estudio en niños que sufren de leucemia linfoblástica aguda, el segundo cáncer más común en la población infantil.