Evitan entregar pedidos en colonias como Altavista, Carolina y Sacatierra.
Josué Duarte, quien trabaja desde hace más de un año como repartidor de comida por medio de la plataforma de Rappi, señaló que por la pandemia del covid-19 los servicios de entrega de alimentos a domicilio han aumentado porque la gente dejó de salir, pero también se incrementaron los asaltos y robo de motocicletas, principalmente en los estacionamientos de las tiendas de autoservicio.
De acuerdo con el entrevistado, el retroceso en el color del semáforo sanitario y el cierre de varias plazas benefició a los repartidores de comida que ofrecen el servicio por medio de aplicaciones de teléfono, porque los establecimientos que permanecen abiertos habilitaron el servicio a domicilio.
Sin embargo, lamentó que en los últimos meses varios de sus compañeros han sufrido asaltos, porque los amantes de lo ajeno buscan a las personas que están en constante movimiento, al suponer que llevan grandes cantidades de dinero por los servicios que realizan.
Por la situación de inseguridad, Josué evita entregar pedidos en colonias como Altavista, La Carolina y Zacatierra de Cuernavaca. De su trabajo, dijo que sus ingresos económicos varían entre 600 y 700 pesos diarios y realiza de 15 a 20 entregas.
Sobre la emergencia sanitaria por el covid-19, refirió que desconoce si alguno de sus compañeros se ha contagiado con el virus. Sin embargo, cada uno hace aplica las medidas de higiene básicas, como el uso del cubrebocas y gel antibacterial para la desinfección de manos.