Lo que obtiene apenas alcanza para comprar frijoles.
Ante la falta de recursos económicos para solventar los gastos en su casa, Alfredo tuvo que vender dos teléfonos celulares y una bocina, porque los ingresos que obtiene como chofer de taxi son insuficientes.
A pesar de que su experiencia frente al volante es de 20 años, dice que por la emergencia sanitaria tiene muy pocos clientes y al día con mucho esfuerzo realiza entre diez y doce viajes; la mayoría son de trayectos cortos, por lo que cobra entre 30 y 35 pesos.
El entrevistado hace base en las inmediaciones del mercado Adolfo López Mateos (ALM) porque este centro comercial es el punto de reunión de las amas de casa que acuden todos los días a realizar sus compras.
Sin embargo, afirma que los clientes bajaron hasta en un 60 por ciento. Aunque ha pensado en dejar el taxi, cree que por su edad (45 años) será difícil encontrar otro empleo.
“Hasta la fecha nadie nos ha apoyado, ni siquiera con una despensa y por eso uno tiene que salir a la calle a trabajar. Yo, por ejemplo, tengo que mantener a mi familia; tenemos que comer, aunque sea frijoles, porque en estos tiempos comer carne ya es un lujo”.
Señala que sus ingresos son de 300 pesos diarios, pero apenas alcanzan para comprar lo más básico para la comida y ya no para darse lujos como comprar ropa, zapatos o salir de viaje.