Repartidores de comida al servicio de Uber Eats, Didi Food y Rappi protestaron para exigir mejores condiciones de trabajo y más seguridad.
Repartidores de comida que trabajan para las plataformas Uber Eats, Didi Food y Rappi protestaron en las principales calles del centro de Cuernavaca para exigir condiciones de seguridad para realizar su trabajo.
Los trabajadores denunciaron que constantemente son víctimas de la delincuencia cuando llevan los pedidos que solicita la ciudadanía por medio de las aplicaciones de los teléfonos inteligentes a ciertas zonas consideradas por ellos mismos como "focos rojos".
De acuerdo con los repartidores, la Comisión Estatal de Seguridad (CES) tiene identificadas las colonias más peligrosas de Cuernavaca, Jiutepec y Emiliano Zapata pero no se ha emprendido ninguna acción por parte de la autoridad para inhibir los delitos.
"Hacen el pedido y al llegar al lugar nos roban nuestras motos, celulares... a un compañero hasta los zapatos le quitaron", dijeron los inconformes.
Lamentaron que también se encuentren abandonados por las mismas empresas de Uber Eats, Didi Food y Rappi, pues aunque han mantenido un mayor acercamiento con la CES a través de un Segurichat para denunciar los asaltos, las plataformas los siguen enviando a las zonas peligrosas.
"No les importa nuestra seguridad, sólo les importa tener ingresos. Si no vamos nos cancelan el pedido y son (puntos) negativos para nosotros", manifestó uno de los conductores de motocicleta que reparten comida.
Ante tal situación, los repartidores dijeron que han tenido que tomar sus propias medidas de seguridad, como dejar de trabajar a las 10 de la noche, para evitar ponerse en riesgo.
"En seis meses que llevo trabajando en esto me han asaltado cuatro veces, y a otros compañeros en otras ocasiones", manifestó uno de los afectados.