Por la violencia trabaja solo hasta las ocho de la noche y evita algunas colonias.
Arturo Palacios es fotógrafo profesional, pero tuvo que cerrar su estudio de manera temporal porque la clientela disminuyó a raíz de la emergencia sanitaria y desde enero de este año trabaja como conductor de Didi, un servicio de transporte que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono.
Afirmó que su negocio tiene más de 20 años ofreciendo servicios en escuelas, principalmente de fotografía para certificados y graduaciones. Sin embargo, con la pandemia del covid-19 la demanda bajó más del 50 por ciento porque se suspendieron las clases presenciales y las graduaciones.
Por esta situación, dijo, se vio obligado a despedir a diez trabajadores y para obtener ingresos económicos se registró como conductor de Didi, una labor en la que con mucho esfuerzo logra reunir el dinero para solventar los gastos de su casa.
Asegura que como chofer de Didi realiza entre 25 y 30 viajes diarios, aunque en ocasiones ha tenido que cancelar algunos por cuestiones de seguridad.
“A mí no me ha pasado nada en cuanto a la violencia, pero mis compañeros me han dicho que los han asaltado en colonias como la Antonio Barona. Por eso yo trabajo hasta las ocho de la noche y la plataforma nos da la opción de cancelar los viajes a zonas peligrosas”.
El entrevistado afirmó que durante su jornada laboral desinfecta su vehículo de manera constante, porque el año pasado varios familiares se contagiaron con el virus.