Conductor de Didi también se ha visto afectado por la inseguridad.
Roberto, quien trabaja como conductor de Didi, asegura que además de todos los problemas de su diaria labor, también debe luchar contra el calentamiento de su teléfono celular, el cual tiene que cubrir con una franela húmeda para evitar que se apague, debido a que se le ha bloqueado la aplicación hasta en cinco ocasiones durante el día.
“Nos enfrentamos a varias cosas. Por ejemplo, los fuertes rayos del sol afectan directamente al teléfono porque la pila se calienta y el equipo se bloquea o se apaga. También estamos expuestos a ser víctimas de un asalto y a una carga de estrés porque tenemos que lidiar con clientes que traen un mal genio”.
Por lo anterior, de manera constante humedece una franela y enciende el aire acondicionado de su vehículo, para que su celular se enfríe y funcione bien, ya que de lo contrario no podría recibir las solicitudes de servicio por medio de la aplicación.
En cuanto a su trabajo como conductor de plataforma, refirió que se ha encontrado con clientes que piden el servicio pero pretenden viajar hasta cinco personas, pero esos viajes los ha cancelado, porque no están permitidos por la emergencia sanitaria.
“Llega un momento en el que dices ‘no me voy a contagiar por 26 pesos’, porque eso cuesta un viaje. Por eso mantengo el asiento del copiloto reclinado, para mantener la sana distancia, pero a veces a la gente no le importa y se molestan cuando les digo que no puedo llevar a más de tres personas en un servicio”.
Por esta situación -dijo- ha cancelado hasta diez viajes a la semana en los que quieren viajar en grupos.
Su jornada laboral es de diez horas todos los días y el último viaje lo realiza a las seis de la tarde, para evitar ser asaltado, como ocurrió hace dos años cuando sus clientes le pidieron el servicio y unas cuadras antes de llegar al destino le quitaron el vehículo a punta de pistola.