“Gracias a Dios tenemos trabajo. Durante la pandemia no hubo un día que no tuviera un carro para arreglar, a lo mejor son arreglos chicos, pero de eso a nada, prefiero eso”, dijo Alejandro Carpinteiro, quien tiene un taller de hojalatería y pintura en la colonia Ampliación Bugambilias de Jiutepec.
El entrevistado aseguró que pese a los altos costos de sus insumos, no puede elevar el precio de su trabajo: “no le podemos subir el precio así nada más, porque los clientes se van y buscan algo más barato. Hay que ganar poco pero siempre ganar, lo importante de esto es que el cliente se quede y vuelva a regresar cuando lo necesite”.
“Es un oficio de suerte, no es algo que la gente busque todos los días. Ahora sí que hay meses que tenemos varios carros y hay otros en los que no hay nada y tenemos que aguantar. Llevo toda mi vida dedicándome a esto y me gusta, no dejaría mi trabajo para buscar otro” dijo Alejandro Carpinteiro.