Afirma que por la emergencia sanitaria al día con mucho esfuerzo realiza cuatro viajes.
Ante la crisis económica que ha dejado la pandemia del covid-19, Alejandro Hernández señaló que no puede negar el servicio de taxi a las personas que no llevan puesto el cubrebocas, por lo que, para evitar contagiarse con el virus del covid-19, obsequia tapabocas desechables a sus clientes que por alguna razón olvidaron ponérselo.
Entrevistado mientras esperaba por un cliente en la calle Guerrero del centro de Cuernavaca, el chofer dijo que cada semana compra un paquete de cubrebocas desechables y una botella de gel antibacterial para ofrecerlo a los pasajeros y de esa forma protegerse contra el virus.
El trabajador del volante dijo que hay días en los que con mucho esfuerzo realiza cuatro viajes trabajando de seis de la mañana a nueve de la noche. Por eso no puede escoger solo a clientes que cumplen con las medidas sanitarias, porque se quedaría sin pasajeros.
“La situación económica está muy difícil o al menos para nosotros los taxistas, porque andamos en la calle todo el día y vemos que hay pasaje. Es cierto que cada vez hay más gente en espacios públicos, son muy pocos los que utilizan el taxi y nosotros andamos batallando porque el patrón pide la cuenta y también tenemos que juntar dinero para la gasolina”.
En cuanto a su trabajo, refirió que cuando le va bien sus ingresos son de hasta 600 pesos, de los cuales descuenta un porcentaje para el combustible y para entregar la cuota a su patrón. Además, debe apartar para solventar los gastos en su casa.
El entrevistado aseguró que durante los meses más fuertes de emergencia sanitaria no recibió ningún tipo de apoyo.