El taxi ya no es negocio, asegura Sergio.
Sergio Damián, cuya experiencia frente al volante es de 30 años, afirmó que en estos tiempos trabajar como chofer de taxi ya no es negocio, porque cada día hay más conductores de plataformas -quienes cobran tarifas más económicas- y la inseguridad cada vez está más fuerte.
Señaló que el servicio de plataformas afecta a los taxistas porque los conductores de aplicaciones como Uber y Didi manejan tarifas desde 25 pesos por cada viaje mientras ellos -asegura- no pueden trabajar con los mismos precios pues todos los días entregan entre 200 y 300 pesos de cuenta a su patrón.
“Antes el taxi era negocio porque se ganaba muy bien, no había tanta inseguridad y podíamos trabajar hasta altas horas de la noche. Afortunadamente no he vivido una situación de violencia, pero mis compañeros me han comentado que hay mucho asalto. Por eso a más tardar realizo el último servicio a las siete de la noche”.
De su labor, contó que ha tenido que lidiar con el mal carácter de sus clientes, que se molestan y lo insultan por cosas como la sensación de que maneja despacio y tienen prisa por llegar a su destino. En otros casos le han azotado la puerta del taxi o le avientan las monedas.
“Lo que más enoja son las mentadas de madre porque a las personas se les hace tarde y quieren que el taxi vuele, pero yo tengo que cuidar el carro, porque es mi única fuente de trabajo y si se descompone ¿de dónde saco dinero para comer? Es lo que ellos no entienden”.
Sobre su trabajo como taxista apuntó que al día realiza alrededor de veinte viajes trabajando desde las seis de la mañana.