En 23 años que lleva trabajando como taxista ha sido asaltado en diez ocasiones.

José Miguel-quien trabaja como chofer de taxi desde hace 23 años- por la emergencia sanitaria,   tarda hasta hora y media dando vueltas en las calles sin encontrar pasaje. Por eso alrededor del mediodía hace base en el mercado Adolfo López Mateos, donde las amas de casa realizan sus compras.

“La contingencia afecta mucho porque no hay servicios pero tenemos que buscarle para llevar el alimento a la familia. Ahorita es muy complicado encontrar clientes en las calles y la mayoría de los taxistas venimos al mercado a ver si agarramos algo, porque si estamos dando vueltas el combustible se gasta”.

Indicó que al día con mucho esfuerzo realiza entre ocho y diez viajes porque, además, tienen la competencia de los conductores de plataformas como Uber y Didi.

El chofer afirmó que por la crisis sanitaria ha tomado medidas de prevención contra el virus, como desinfectar con alcohol el dinero que recibe de sus clientes y ofrecer a los pasajeros gel antibacterial.

Dijo que al inicio de la pandemia rociaba con alcohol a los pasajeros antes de abordar la unidad, pero lo suspendió porque algunos se molestaron y respondían con agresiones verbales.

En otro caso, pidió a una persona ponerse el cubrebocas pero esta se negó, bajó del vehículo y azotó la puerta.