Buscan diálogo con autoridades para aclarar dudas.
La Asociación de Padres de Familia del Estado de Morelos (Aepaf) demandó información clara y urgente respecto al posible retorno a clases presenciales una vez que el semáforo de riesgo cambió a verde. Señaló que no ha recibido respuesta de parte de la autoridad educativa a la solicitud de audiencia, para despejar múltiples inquietudes y en busca de acuerdos.
“Siempre hemos dicho que ni la imposición ni la sumisión son el camino, el único viable es el acuerdo y hasta ahora no han escuchado nuestra opinión” expresó el presidente de la agrupación, Mauricio Miranda Villalba, quien expuso que ha solicitado una reunión en varias ocasiones con el director del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) Eliacin Salgado de la Paz, a través de sus colaboradores, pero ni siquiera ha tomado la llamada ni hay fecha para una mesa de trabajo o de diálogo.
Miranda Villalba aseguró que en diversas ocasiones las autoridades del sector han declarado que se trabajará de la mano con padres de familia, que habrá coordinación para tomar decisión, “pero se llegó la fecha, ya hoy aplica el verde y no hay acercamiento ni información precisa”.
El representante de todas las mesas directivas de padres de las más de mil 800 escuelas de nivel básico que hay en la entidad, dijo que en términos generales hay muchas dudas.
La postura más común es que están de acuerdo en que es necesario retomar clases, pero no en cualquier condición ni a cualquier precio.
Miranda Villalba explicó que hay varios aspectos que deben ser tomados en cuenta antes de que las autoridades tomen decisiones -más allá de la que la ley les faculte- porque sólo podrá haber buenos resultados si hay consensos y trabajan en coordinación.
Expuso que es importante considerar el punto de vista de las instancias de salud, para evitar que pase como en Campeche, donde ya se habían retomado las actividades en las escuelas, pero el semáforo cambió a amarillo y otra vez se suspendieron las clases presenciales. Lo mismo ha ocurrido en otros países, por lo que no existe la certeza de que habrá de funcionar.
El dirigente de la Aepaf consideró que el modelo híbrido (algunos días de clases en el salón y otros a distancia) podría funcionar, pero advirtió que es necesario que se garanticen los medios a los niños para tener formación a distancia.
Destacó que como asociación han tenido reportes muy disímbolos en cuanto a la forma de trabajo de los maestros, porque hay profesores que no son maestros de formación y que sólo les dan atención a los estudiantes por internet un día por semana o dos y lo demás son solo trabajos, mientras que en otros casos sólo les dejan ver videos o películas, porque no cuentan con herramientas, ni interés en la enseñanza, sin importar si hay o no acceso a herramientas digitales.
Pero por otro lado -agregó Miranda Villalba- hay informes de maestras y maestros que realmente tienen vocación, que están pendientes, que sí usan todos los elementos a su alcance, que dan clases a distancia o hasta acuden personalmente a buscar a los alumnos a parques o a sus casas. “Para ellos todo nuestro apoyo y reconocimiento”.
Otro de los puntos que el dirigente de la asociación calificó como “muy preocupante” es la información en el sentido de que los padres deberán firmar una carta responsiva. En este rubro dijo que se negarán rotundamente, porque carece de todo fundamento legal. Además, consideró que con este documento se estaría evadiendo la responsabilidad de la autoridad educativa respecto al cuidado y la salud de sus hijos e hijas.
Las mamás y los papás no son médicos, no podrían saber si los alumnos tienen síntomas iniciales de covid-19 o no. Lo que se tiene que definir es que de forma conjunta cualquier caso se canalice a las instituciones de salud.
Estimó que el 98 por ciento de los padres de familia de educandos de nivel básico (desde inicial, preescolar, primaria y secundaria) está en el rango de edad que va de los 15 y hasta los 50 años de edad y justamente, este grupo de la población no ha sido vacunado contra covid-19, ni en el país y en la entidad.
Enumeró entre los aspectos a revisar lo que se ha llamado en otros lugares -como en la Ciudad de México- “tequio”. Apuntó que dicho término proviene de raíces prehispánicas y se refiere a cuando se hacía trabajo comunitario y se tenía que rendir tributo a los caciques.
Apuntó que se ha expuesto también en Morelos que se pedirá la colaboración de los comités de participación social en educación, lo que significa utilizar a los padres de familia para la limpieza, desinfección y acondicionamiento de los planteles.
En este rubro Mauricio Miranda resaltó que no se debe confundir la disposición que siempre han tenido mamás y papás de ayudar a que sus hijos estén en mejores condiciones, con la obligatoriedad de hacerlo.
Consideró inválido que se pretenda disfrazar con el argumento de la colaboración, las cuotas forzosas, porque una vez más se estaría violando la gratuidad de la educación y evadiendo la responsabilidad primordial del Estado de garantizar lo necesario.
En este punto, hizo notar que se requiere la dotación de gel, limpiadores, cubrebocas y sobre todo revisar la existencia de condiciones como el suministro de agua potable.
Puso como ejemplo que hay escuelas en Jiutepec que reciben el tandeo de agua una o dos veces por semana y muchas veces no les alcanza lo que almacenan en la cisterna y ahora el uso del líquido será mucho mayor.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha dicho que el retorno a las aulas de manera presencial será voluntario. Al respecto, el representante de los padres de familia dijo que se tiene que reglamentar este rubro.
Estableció que está claro que la decisión de enviar o no a las niñas, niños y jóvenes no queda en la voluntad de las familias, pero se tiene que detallar que no se podrá utilizar como mandato para condicionar el acceso.
“Demandamos que no violen derechos humanos y no entren a este tipo de conflictos”, aseveró.
Y es que el declarante consideró que se tendrán que tomar en cuenta las condiciones específicas de cada escuela, de cada familia y hasta de cada infante (si alguno tiene otras enfermedades o si en su casa hay personas con mayor riesgo, por ejemplo).
De tal manera que se tendrá que aterrizar cómo trabajarán los maestros con los estudiantes que no vayan a clases, si les darán atención a distancia a unos y otros no, o cómo se destinarán los tiempos, porque hay escuelas donde ni siquiera dividiendo a la matrícula en dos, asistiendo alternadamente, cabrían en aulas con sana distancia.
En este punto, adelantó que la Aepaf propondrá que se seleccione a esos maestros que sí han trabajado positivamente, para que se encarguen de los estudiantes que estarán a distancia, y los que no, que sean los asignados a dar clases presenciales.
Mauricio Miranda Villalba puso a la luz otro punto a tratar, que es la asignación de los recursos que por ley estaban destinados a la compra y dotación de uniformes escolares gratuitos en Morelos, que sigue siendo vigente y que no se ha cumplido. Mencionó que desde la administración pasada no se lograron los objetivos anunciados y en esta no han sabido del destino de ese recurso o qué ha pasado.
Sin embargo mencionó que se trata de cien millones de pesos por año y ese dinero podrá servir para este momento, ya que en su opinión podría ser usado para la compra de equipos como celulares, tabletas y computadoras para alumnos y maestros.
Comentó que esta propuesta se formuló a la diputada local Alejandra Flores Espinosa, quien se mostró receptiva y confirmó que esa legislación está vigente.
También expuso que en el listado de asuntos a dialogar con las autoridades para el propósito de retorno a clases también está el de la capacitación a los maestros. Comentó que en las recientes reuniones de Consejo Técnico Escolar se ha hecho mucho hincapié en la empatía y en dar apoyo emocional a los estudiantes, pero los propios docentes han expresado que ellos mismos necesitan esa ayuda profesional, porque la pandemia ha afectado a todos.
Los profesores han expuesto su preocupación porque no les han dado esa preparación y no podrían ayudar con un video y un resumen de diez páginas, como se pretende, para que “identifiquen las emociones del niño a distancia”.
“Nosotros sí queremos el regreso, pero lo que hay que establecer es en qué condiciones. Porque si bien es una necesidad, no podemos poner en riesgo la salud y las familias. Creemos que podemos lograrlo en equipo, con la participación y organización, con mucha voluntad, pero hay aspectos como lo que se han expuesto que no están en manos de los padres”, anotó.
Lamentó que no haya certeza, claridad ni diálogo por parte de las autoridades educativas respecto a lo que va a suceder en las escuelas. “Es un tema social muy importante, que merece por lo menos la información; si la autoridad no quiere caminar en conjunto, que informe claramente qué va a hacer y si lo van a hacer solos”, declaró tajante.