En domingo sus ingresos superan los mil pesos.
Antes de la emergencia sanitaria, Samuel Brito realizaba diferentes trabajos de albañilería pero hace un año se registró como repartidor de comida por medio de la plataforma de Rappi, porque la construcción ya no le dejaba suficientes ingresos.
De su trabajo como repartidor de comida, refirió que hay días en los que le va bien. Por ejemplo, en una jornada de seis horas obtiene de 300 a 400 pesos y cuando trabaja horas extras sus ingresos aumentan hasta 800 pesos y en fines de semana oscilan entre mil y mil 200 pesos al día.
“Antes trabajaba en la construcción, pero lo dejé porque como repartidor de comida me va mejor, porque trabajo las horas y días que puedo. Además, estoy pensando en ahorrar dinero para continuar con mis estudios y no pedirle nada a mis papás”.
Sin embargo, lamentó que los repartidores de comida se vean afectados con la inseguridad y afirmó que a varios de sus compañeros les han robado la mochila y hasta la motocicleta.
Aunque agradeció que no ha sufrido una situación de este tipo, dijo que ha tomado algunas medidas de prevención, como no trabajar después de las diez de la noche y evitar colonias peligrosas.
Además, antes de dirigirse a entregar un pedido de alimentos envía su ubicación en tiempo real a su pareja, así como una imagen con los datos de la persona que solicitó el servicio.