Se confinó por dos meses por temor a un contagio.
Antonio, quien trabaja como chofer de taxi desde hace ocho años, asegura que en los últimos dos meses se incrementó el número de viajes que realiza al día. Sin embargo, dijo que los trabajadores del volante arrastran una crisis económica desde hace casi cinco años, por la llegada de Uber y después de Didi, un servicio de transporte que se ofrece a través de una aplicación de teléfono.
A decir del entrevistado, desde que Morelos avanzó al color verde en el semáforo sanitario la clientela aumentó, porque la gente empezó a salir a realizar diferentes actividades y en la actualidad hace hasta diez viajes en un día, cuando en meses anteriores con mucho esfuerzo hacía tres.
“Ahorita ya hay más pasaje y al día realizo hasta diez viajes. Creo que ya es un avance porque cuando empezó la pandemia no salía ni para comer, pero siempre hacen falta las clases presenciales, porque los alumnos son lo fuerte del transporte”.
Para evitar un contagio de covid-19, Antonio dejó de trabajar en el taxi por dos meses y solventó sus gastos económicos con el dinero que le pagaron sus inquilinos.
Explica que su jornada laboral es de ocho de la mañana a cinco de la tarde y no trabaja en horario nocturno porque lo han asaltado en tres ocasiones y a punta de pistola le quitaron su dinero.
Su recorrido diario como chofer de taxi -indicó- abarca el centro de Cuernavaca y alrededor del mediodía hace base en el mercado más grande del estado, donde espera encontrar clientes pues en este sitio las amas de casa realizan sus compras.