El director del organismo, Felipe Sedano Reynoso, aseguró que sólo se ha tenido el reporte oficial de este problema en una escuela de Tetecala –del que La Unión de Morelos dio cuenta oportunamente-; sin embargo, ante la alerta que se ha generado en diversos planteles educativos incluso del sector privado, se ha informado a mandos medios para que a su vez lo hagan a jefes de sector y directores sobre las medidas de prevención que se deberán adoptar en caso de detectar que la presencia de dichos parásitos en el alumnado pudiera ser significativa, o de consideración.
El directivo dijo que el IEBEM está coadyuvando con el sector salud para poder actuar inmediatamente de ser necesario. Informó que están llevando brigadas de personal de salud a algunos planteles -aunque no precisó cuáles- para dar recomendaciones sobre el uso de un shampoo especial y el aseo diario en los infantes.
Mencionó que la recomendación primordial es informar a los padres de familia sobre este problema de parásitos conocidos como piojos y sus huevecillos llamados liendres. Lo anterior dentro del programa de escuela saludable, en el que además se les da orientación sobre nutrición, hábitos de ejercicio, higiene en general, entre otros, como las acciones de prevención del dengue y enfermedades gastrointestinales.
Detalló que en lo que se refiere a los “piojos” se ha indicado -como lo señalaron las instancias de salud- que es recomendable que se pongan filtros en la entrada, es decir, que maestros coordinen esfuerzos con padres de familia para que se hagan revisiones en los alumnos antes de entrar, y en aquellos casos donde se identifique la presencia de los parásitos, se informe a los jefes de hogar y sean canalizados a los centros de salud para dar seguimiento al tratamiento ya recomendado. Todo ello con el fin de evitar que se propague el contagio.
Y es que recientemente las autoridades de los Servicios de Salud informaron que se ha detectado pediculosis en varios municipios de la zona sur y oriente con alrededor de 4 mil casos registrados. No obstante, consideraron que no se trata de un problema fuera de control y cuya incidencia se mantiene aún en los niveles epidemiológicos esperados.