Por la pandemia también hace trabajos de jardinería.

Fernando trabaja como checador del transporte público y también en ocasiones realiza trabajos de albañilería y jardinería, para obtener ingresos extras, porque tiene tres hijos a los que debe mantener.

De su labor como checador, al día se encarga de registrar el tiempo de diferencia que hay entre un operador y otro de al menos 35 unidades de diferentes organizaciones.

Por esta labor que realiza de manera voluntaria desde hace tres años, recibe de uno a cinco pesos de cada operador de tal manera que al día obtiene entre 200 y 250 pesos, pero de este total ocupa 50 pesos para comprar su almuerzo.

"Trabajo ocho horas todos los días como checador. Antes trabajaba medio tiempo en el taxi pero hace cuatro meses me asaltaron en Yautepec y me robaron el carro. Para mí ha sido muy difícil enfrentar esta situación porque no me he podido recuperar desde el temblor de 2017 y ahora llega la pandemia".

Aseguró que ha pensado en buscar otra ocupación, pues aunque su esposa lo apoya con los gastos en su casa, sus hijos todavía van a la escuela.

El entrevistado señaló que también trabajó durante trece años como operador del transporte colectivo, pero lo dejó por cansancio, ya que laboraba hasta 16 horas diarias y además, sus ingresos como rutero disminuyeron más de la mitad desde el sismo.

"A veces me gano un dinero extra porque me salen otros trabajos. Por ejemplo, la gente que me conoce me pide que arregle su jardín. Me llaman para ir a pintar su casa o hacer un poco de aseo y solo así vamos sobreviviendo, porque la situación económica está muy difícil".